24.9.16

Novedades en el tema de la financiación ilegal de la CDU

Llevamos varios años con el tema Bárcenas, con el PP haciendo como que no se entera. Pero la financiación ilegal de los partidos, especialmente los que defienden los intereses de las élites financieras e industriales, es una enfermedad común de las democracias, especialmente de las más "novatas". 

En Alemania fue el escándalo Flick el que destapó ante la ciudadanía los manejos de los poderosos y sus connivencias con los partidos políticos y quienes los forman. Eso fue en los ochenta. Se endurecieron leyes, se crearon nuevos mecanismos, y sin embargo, una década después, la CDU se vió inmersa en un inmenso escándalo, que este verano ha vuelto a resucitar. Al parecer con motivo de una película sobre Schäuble. Y a finales de agosto en la prensa alemana apareció un artículo sobre Kohl y la ruta de la "pasta". Al parecer, Kohl solía llamar al dinero "Bimbes", que aquí he traducido por "pasta".




Gentes honorables y la ruta de la pasta

Un asunto recurrente: ¿Cómo llegaron los millones de marcos a la CDU en tiempos de Helmut Kohl? Probablemente no se trató de donaciones, sino de cuentas de dinero negro en el extranjero. Pero, ¿quién puede probarlo? Ni siquiera Wolfgang Schäuble.
"He recibido donaciones que no fueron comunicadas debido a que los donantes así lo pidieron expresamente, y no tengo la intención de dar nombres, porque he dado mi palabra." Con esta frase Helmut Kohl inició en diciembre de 1999 su caída político-moral, un año después de haber cesado como Canciller.
Se vió obligado a renunciar al cargo de presidente honorario de la CDU por la presión de la cúpula de su partido después de que la entonces secretaria general de la CDU, Angela Merkel, propinará en el FAZ el primer gran golpe a su mentor: "Se trata de la credibilidad de KOHL, de la credibilidad de la CDU." Merkel sugirió a Kohl que se retirara de la política. Fue el comienzo del viaje hasta la cima de Merkel.
Ahora Wolfgang Schäuble ha dicho en una entrevista para la película alemana Schäuble - La fuerza y ​​la debilidad: “No hubo donaciones.” Y al insistir el irritado entrevistador Stephan Lamby insinuó la existencia de “cajas de dinero negro”.
¿Habrá que reescribir ahora historia de Kohl y el escándalo de las donaciones? Hace tiempo ya que existen más que indicios de que Kohl se inventó la historia de los “donantes anónimos”. Hace ya casi 15 años que Schäuble indicó que consideraba un cuento chino la aparente confesión de Kohl. Claro que había buenas razones para que lo hiciera, Kohl se protegía tanto a sí mismo como también a su partido.

Cuentas de dinero negro, como en otros tiempo

Fue la culminación de un escándalo de financiación que venía de largo, que trataba de subvenciones, cuentas secretas en Suiza, pagos ocultos y negocios dudosos. Poco a poco se fue desvelando que la CDU mantenía cuentas secretas, en las que entraban de forma anónima donaciones millonarias, evitando la ley de financiación de los partidos.
Kohl, que inicialmente había negado la existencia de cuentas ocultas, aparentemente reconoció que él mismo había recibido donaciones encubiertas por un total de alrededor de 2,17 millones de marcos. La suma, sin embargo, sólo daba cuenta de las cantidades menores o mayores que Kohl había ido distribuyendo a las organizaciones del partido, que sumaban dicha cantidad. De alguna manera tenía que explicar de dónde había salido el dinero.
Hasta la fecha todavía no se ha cerrado oficialmente este asunto. Todavía sigue abierta la posibilidad de que el dinero pudiera proceder de fuentes muy distintas, que Kohl trataría de ocultar con la historia de su palabra de honor. Para ello se deben examinar los comienzos del asunto.
Las prácticas ilegales en cuanto a financiación del CDU se destaparon en 1999 por una anotación en la agenda de un lobista de la industra armamentista Karlheinz Schreiber, investigado por la Fiscalía de Augsburgo por evasión fiscal. La anotación correspondiente al 26 de agosto de 1991, 13 horas, decía: “LK EK Zentrum”. Se trataba de una cita con el tesorero de la CDU de entonces, Walther Leisler Kiep.

"CBN" - significa CDU Bonn

En este encuentro Schreiber entregó en un aparcamiento en un centro comercial situado en la localidad suiza de St. Margarethen a Kiep (LK) y a su asesor financiero Horst Weyrauch un maletín, en el que había fajos de dinero por valor de un millón de marcos.
Al día siguiente Weyrauch ingresó el dinero en el banco privado de Frankfurt Hauck & Sohn, en una cuenta fiduciaria identificada con las siglas "CBN/891". La abreviatura "CBN" representaba a la CDU de Bonn. En los informes de rendición de cuentas del partido jamás apareció dicha donación.
El millón se había retirado un día antes de la entrega en St. Margarethen de una cuenta de la ATG Investment Ltd Inc. en la entidad Swiss Bank Corporation. El “beneficiario económico" de la empresa con sede en Panamá era Karlheinz Schreiber.
El dinero en la cuenta de Schreiber procedía del grupo Thyssen, un grupo armamentista alemán. El fabricante de los tanques había gastado un total de 219,7 millones de marcos en concepto de comisiones para la de venta de 36 tanques Fuchs a Arabia Saudita, de los cuales 24,4 millones fueron transferidos a Schreiber. Y éste a su vez distribuyó una parte de dicha cantidad a los que, en su opinión, habían ayudado a recibir autorización del gobierno federal para una operación de transporte a una zona en crisis, la región del Golfo.

Walter Leisler Kiep quedó en libertad bajo fianza

Uno de los recompensados por Schreiber fue el entonces Secretario de Estado en el Ministerio de Defensa y ex presidente de los servicios secretos, Holger Pfahls, que recibió 3,8 millones de dólares y que, tras conocerse los sobornos, pasó varios años en la clandestinidad antes de ser detenido en Francia.
Aunque el asunto no vio la luz hasta el 4 de noviembre de 1999, tras dictar el juzgado de Augsburgo una orden de detención contra Kiep por presunta evasión fiscal y que éste se presentara un día después ante una jueza instructora en el juzgado de Königstein. Kiep pudo demostrar verosímilmente que no se había quedado con el millón de marcos, y quedó en libertad tras el rápido pago de una fianza de 500.000 marcos.
A partir de este momento no dejaron de ir conociéndose nuevos detalles de las dudosas prácticas de financiación. Una comisión constituida por el Parlamento de Bonn para investigar la financiación del partido averiguó que la CDU había contabilizado sólo entre 1989 y 1992 al menos diez millones de marcos de origen desconocido en cuentas ocultas en Suiza y en una fundación llamada "Norfolk", en Liechtenstein.
La diputada del PDS Evelyn Kenzler era miembro de la comisión de investigación y estudió los informes del Auditor Ernst & Young, que había auditado las cuentas de la CDU conocidas hasta ese momento. Para ello pasó muchos días en una oficina secreta del Bundestag en donde se encontraban los archivos de referencia del auditor. Comparó columnas y columnas de cifras, tratando de seguir en la confusión de los flujos de efectivo el camino de la “pasta”.

¿Era casualidad que todas las entradas de efectivo sumaran la cantidad reconocida por Kohl?

Fue así como la experta jurista, formada en la antigua RDA, encontró sólidos indicios que apoyaban la tesis de que junto a las cuentas de dinero negro destapadas tenían que haber existido otros depósitos. Sospechaba que los 2,17 millones de marcos, cuyo origen no se ha revelado hasta el día de hoy, no procedían de donantes que entregaban efectivo al jefe de la CDU, sino que procedían igualmente de cuentas ocultas en el extranjero.
Porque siempre que la gerencia de la CDU tenía que pagar facturas entraban ingresos en efectivo en las cuentas de Frankfurt, correspondiéndose con las necesidades del momento. Kenzler se mofó diciendo que los donantes debían de conocer exactamente las necesidades del partido en cada momento. Y lo más extraño: de 1982 a 1992 se retiraron del depósito “Norfolk” en Liechtenstein cantidades que sumaban exactamente 2,172 millones de marcos.
Y es exactamente la cantidad declarada como donaciones por Kohl la que se corresponde con la suma de los ingresos en efectivo de origen desconocido efectuados por Weyrauch de 1993 a 1998 en las cuentas de la CDU Nº 56 428-06 y 24 980-12 en el Hauck-Bank de Frankfurt. Que las cantidades retiradas en los ochenta de la fundación Norfolk no aparecieran hasta los noventa en forma de donación anónima en efectivo podría deberse, según Kenzler, a que mientras tanto estuvieran aparcadas en forma de inversión financiera en depósitos no destapados.
Ya entonces Wolfgang Schäuble, sucesor de Kohl en la Presidencia de la CDU y él mismo en aprietos por la recepción de 100.000 marcos, no se creyó la historia de los donantes a los que había dado su palabra de honor. En una reunión en la oficina de Kohl del 18 de enero de 2000, le dijo a la cara: "Tus donantes no existen. Dí ya la verdad.” Kohl respondió: "No es grave lo que yo he hecho, grave es lo que tú has hecho”.

Ruptura entre Schäuble y Kohl

Ese momento marca la ruptura final de la relación de los anteriormente compañeros y amigos de partido. Junto a las cuentas anónimas, desde las que Kohl y la ejecutiva federal de la CDU financiaban sus diversas actividades políticas, en los meses siguientes se destaparon otras prácticas ilegales. Así la CDU de Hesse tuvo que reconocer que el ex- secretario general Manfred Kanther y el ex-consejero de Hacienda Casimir Prinz zu Sayn-Wittgenstein habían transferido cantidades millonarias a Suiza, repatriándolas seguidamente a las arcas del partido.
Las remesas repatriadas se camuflaban bien como préstamos, bien como legados de ciudadanos ya
 fallecidos, de ascendencia judía. Las pesquisas de la auditora Ernst & Young revelaron que incluso el presidente regional, Roland Koch, que había declarado su voluntad de aclarar el asunto “con la máxima brutalidad necesaria” estaba implicado también en el camuflaje de dineros; al igual que el que luego fuera Ministro de Defensa, Franz Josef Jung.
Sigue sin saberse de dónde procedían realmente las cantidades millonarias. Algunos miembros de la comisión de investigación suponen que al menos una parte procedía de la asociación cívica que la CDU usaba en los setenta como lavadora de donaciones. Su función como punto de recogida de efectivo de la CDU en el marco del asunto conocido como “Affaire Flick”, sin que entonces pudiera conocerse con exactitud el paradero de los dineros que allí estaban aparcados.
Tampoco se ha aclarado hasta la fecha el reproche en relación con presuntos sobornos pagados en la compra de la refinería en Leuna y las gasolineras Minol, pertenecientes a la extinta RDA, por parte del grupo petrolero Elf Aquitaine.

Jurídicamente salieron bien parados del asunto de la financiación ilegal del partido

Lo único cierto es que los franceses transfirieron 50 millones de marcos al lobbista alemán Dieter Holzer, quien a su vez tiene depositados sus millones con el mismo agente fiduciario de Liechtenstein, Herbert Batliner, que administraba también la Fundación "Norfolk" - y que además era amigo personal de Helmut Kohl. También resulta sospechoso que los documentos sobre la venta de Leuna hayan desaparecido de la Oficina de la Cancillería Federal.
El investigador especial designado para aclarar el caso, el diputado del FDP Burkhard Hirsch, señaló que tras el cambio en la Cancillería, antes del traspaso del cargo de Kohl a Schröder, se retiraron o borraron archivos sensibles en gran escala.
La persecución legal de las donaciones ilegales al partido terminó de forma relativamente inocua. La CDU tuvo que pagar una multa de 41,3 millones de marcos por la falsificación de los estados contables. El ex ministro de Interior Kanther fue condenado a una pena de libertad condicional de 18 meses y una multa de 25.000 euros.
La investigación en contra de Kohl se archivó a cambio de una multa de 300.000 marcos. La parte de la multa que la CDU tuvo que pagar debido a las donaciones supuestamente recibidas personalmente por él mismo las abonó de su patrimonio particular y con una colecta de fondos reunida por un grupo de amigos, tales como el magnate de los medios Leo Kirch o el ex CEO de Kaufhof Jens Odenwald. Esto fueron ahora donantes reales a posteriori, por así decirlo, aunque no anónimos.

Schäuble fue el hombre realmente honorable

Con la invención del "donante anónimo" Kohl se evitó a sí mismo y a la CDU daños mucho mayores. No podía admitir que en Liechtenstein existiera una fundación “Norfolk”, una caja de dinero negro, de la que salía el dinero a demanda. Esto le habría hundido, y también a los cristiano-demócratas.
Así se protegieron el ex-canciller y su partido con una “palabra de honor” dada a los supuestos donantes. Sólo así el ex-canciller podía seguir afirmando no haber sabido nada de las cuentas secretas en Suiza. Hizo de chivo expiatorio, y el partido pudo lavar su imagen. Es probable que no sólo Schäuble lo hubiera sospechado. Para Angela Merkel la historia de Kohl era un regalo del cielo en su marcha imparable hacia la presidencia del partido y finalmente la Cancillería.
Schäuble ya no estaba en su camino. Había confesado haber recibido el 22 de septiembre de 1994 una donación de 100.000 marcos en su despacho de Bonn, de manos del lobbista armamentista Schreiber. Aunque esto se contradecía con la declaración de la anterior tesorera de la CDU Brigitte Baumeister, que afirmó haber recibido la donación de Schreiber el 11 de octubre en el domicilio de éste en Kaufering.
Una vez más siguen sin aclararse hasta hoy los trasfondos del asunto. Si bien hay indicios de que la versión de Brigitte Baumeister es la correcta, y que Schäuble en realidad asumió la responsabilidad de una donación cuestionable que nunca había recibido directamente.

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Fuente: https://www.welt.de/debatte/kommentare/article145518256/Ehrenmaenner-und-der-Weg-des-Bimbes.html

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